A los 25 años, Matthew Rosa acumulaba deudas, entregaba pizzas y vivía con sus padres. Hoy, con ingresos de $9.6 millones anuales, es prueba de que los sueños se construyen con un propósito claro y mucha perseverancia
Este joven de Brooklyn, nacido en 1992, ha roto estereotipos socioeconómicos y redefinido el liderazgo en una industria que mueve billones. A diferencia de otros, su historia no es la de un genio financiero, sino la de un hombre que convirtió la adversidad en su mayor aliada, ¡sigue leyendo y conoce cómo lo hizo!
Infancia en Brooklyn: Donde el éxito era una excepción
Matthew creció en un entorno donde graduarse de la secundaria era algo que pocos lograban, e ir a la universidad era algo que ni siquiera se pensaba. Asimismo, en su familia, el emprendimiento legal era un concepto desconocido, y las opciones económicas se limitaban a trabajos de supervivencia.
En este contexto, a los 17 años abandonó la escuela para cuidar a sus hermanos menores, una responsabilidad que lo obligó a madurar rápidamente.
Antes de los 20 años, Matthew acumuló $25,000 en deudas de tarjetas de crédito mientras saltaba entre empleos: desde preparar burritos en Chipotle hasta dar masajes en Massage Envy. En sus peores momentos, dependía financieramente de su prometida y repartía comida china para pagar facturas.
Cuando el Network Marketing cambió su vida

Matthew ingresó al network marketing en 2012, pero sus primeros tres años fueron un ciclo de equipos que se desvanecían y promesas incumplidas. En 2014, mientras ganaba menos de $1,000 mensuales, conoció a Jason Brown en un evento de la industria. Ambos compartían una visión: construir un imperio basado con la vista puesta en ayudar a las personas a crecer.
En 2015, ambos se unieron a iMarketsLive (hoy IM Academy), una plataforma educativa de trading forex. En lugar de enfocarse en reclutar, decidieron primero dominar el producto: durante dos meses, aprendieron a operar en mercados financieros sin construir redes.
Su estrategia dio frutos: en 63 días, alcanzaron el rango Chairman 8, generando ingresos de seis cifras anuales. De esta manera, Matthew empezó a construir su fortuna antes de cumplir 30 años.
Estrategias clave: Los pilares de un imperio
El éxito de Matthew no fue cuestión de suerte ni mucho menos. Es el resultado de trabajo duro y disciplina, enfocado en una serie de estrategias claves que marcaron la diferencia. Estas son:
- Filosofía «Personas sobre ganancias»
Matthew y Jason priorizaron el desarrollo de su equipo sobre las métricas financieras. Crearon un sistema de mentoría que ha formado a más de 100 emprendedores con ingresos de seis cifras.

- Innovación digital y contenido auténtico
Utilizaron herramientas disruptivas para su época:
- Redes sociales: Campañas virales enfocadas en educación financiera.
- YouTube: La serie «Craving Abundance», donde documentaban sus desafíos diarios, acumulando miles de seguidores.
- Webinars globales: Entrenamientos en vivo para 30 países, logrando una base de 60,000+ clientes.
- Resiliencia como estrategia
Cada vez que sus equipos fracasaban, cada vez que se enfrentaba a la adversidad, fue su fe en sí mismo la que no solo cambió su mundo, sino que ayudó a muchos otros a cambiar el suyo también.
Logros y reconocimientos: rompiendo récords
La carrera de Matthew está llena de logros y reconocimientos que ha ido acumulando con los años y trabajo duro. Entre los más destacados tenemos:
- $9.6 millones anuales (2024): Segundo puesto en ingresos de MLM en EE.UU., según BusinessForHome.org.
- Chairman 500: Máximo rango en IM Academy, logrado a los 26 año.
- Impacto global: Su organización opera en 30 países, incluyendo alianzas con líderes como Brandon Boyd e Ivan Tapia.
Conclusión

Matthew Rosa no es solo un caso de éxito financiero; es la prueba viviente de que el network marketing, ejercido con ética, puede ser un vehículo de movilidad social. Su historia desafía el mito del “éxito rápido”, puesto que le tomó 5 años de fracasos constantes antes de ver resultados.
No obstante, hoy mientras capacita a miles en IM Academy, su mensaje sigue siendo claro: «No se trata de cuánto ganas, sino de cuántas vidas impactas». En un mundo obsesionado con los atajos, Matthew Rosa recuerda que la grandeza se construye ladrillo a ladrillo, crisis tras crisis, siempre con las personas en el centro.